Durante las Navidades aparcamos la rutinas (aunque estas fiestas estén totalmente condicionadas por el maldito Covid), cometemos excesos, adornamos nuestras casas... y todo esto acarrea ciertos peligros para nuestros perros.
Las bolas de Navidad de nuestros árboles, la purpurina o nieve en spray para decorar los cristales, los cables de las luces... pueden llamar la atención de nuestros peludos amigos y provocar graves daños si las mastican o ingieren. Por ello es muy importante no permitir que los perros accedan a estos lugares a no ser que estemos nosotros presentes para enseñarles que no lo deben tocar, ofreciéndoles mordedores alternativos como recompensa si obedecen.
La flor de Pascua y las hojas de muérdago son habituales en nuestros hogares en estas fechas, pero debemos tener mucho cuidado para que nuestros perros no se las coman ya que son tóxicas para ellos y pueden provocarles diarreas y fuertes convulsiones, incluso el contacto con una hoja de flor de pascua podría provocarle irritaciones en la piel. Debemos poner estas plantas lejos de su alcance en todo momento y si creemos que el animal ha comido un poco de ellas, ponernos en contacto inmediatamente con nuestros veterinanarios.
Cuidado también con los restos de comida como turrones, chocolates, grasas, alcohol. No debemos dárselos a nuestros canes ya que pueden provocarles graves problemas gastrointestinales. Debemos ofrecerles alternativas saludables para ellos como los snaks para perros o trocitos de frutas.
Los ruidos como música muy alta o petardos asustarán a nuestro perros, así que debemos evitarlos y si lo hacen nuestros vecinos intentaremos distraer a nuestro canes con juegos o ejercicios, también podemos cerrar ventanas y persianas o poner el televisor para que camufle esos sonidos. Pero mucho cuidado con sobreproteger a nuestro perro cuando se encuentre asustado en un rincón, esto solo empeorará su estado, creándole una dependencia aún mayor y se sentirá incapaz de superar esa situación por si solo. Debemos distraerlo con juego, comida o llamándole la atención para que venga junto a nosotros y haga algún tipo de ejercicio sencillo como dar la patita, a cambio de ello le ofreceremos caricias y golosinas.
Y no debemos olvidar que nuestro can es un animal de costumbres, por ello deberemos seguir sacándolo a pasear en los horarios habituales y respetar sus horas de comidas, descansos y juegos. Así evitaremos provocarle estrés y nuestro querido amigo de cuatro patas disfrutará con nosotros de unas agradables fiestas.
Un saludo y Feliz Navidad a tod@s!!!
Daniel Colominas
Educador canino.
www.laescuelacanina.com
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